sábado, 15 de septiembre de 2007

¿Nunca más? ¿Celebración? A propósito del 11 de septiembre...

Si bien ya estamos en plenas "fiestas patrias" - este año se adelantaron y alargaron las celebraciones, aún no tengo juicio formado respecto a la conveniencia o inconveniencia de esto -, no quiero dejar pasar dos comentarios que, al igual que en cada 11 de septiembre, he escuchado y leído durante los últimos días. Dichos comentarios no se comparan con el terrible homicidio del cabo Cristián Vera (q.d.e.p.), la peor injusticia a la que hemos asistido en el último tiempo. Sin embargo, el trasfondo de ellos puede explicar una serie de enemistades, mal entendidos y comportamientos indeseados que en nada contribuyen al bien de nuestra patria.

El primero de estos comentarios es el tan trillado y repetido "nunca más". ¿Nunca más qué? ¿Nunca más se debe reaccionar ante un gobierno ilegítimo y totalitario? ¿Nunca más la comunidad puede rebelarse legítimamente aunque se cumplan los requisitos y condiciones para ello? ¿Nunca más se debe hacer frente a la tiranía? No. Quienes sostienen estas cuestiones no miran con honestidad al Chile de 1973. Chile se veía amenazado gravemente por el totalitarsimo marxista, que como un cáncer se propagaba sin detención por todo el cuerpo social. Los pronunciamientos del Colegio de Abogados y de la Corte Suprema, el Acuerdo de la Cámara de Diputados, los famosos dichos vertidos por dirigentes democratacristianos de aquella época (algunos de ellos Presidentes de la República posteriormente), en fin, tantas otras pruebas, hacen muy difícil desmentir que el Golpe constituyó un legítimo ejercicio del derecho de rebelión. Ojalá nunca más vivamos los acontencimientos que llevaron a justificar un episodio tan doloroso y difícil como el 11 de septiembre de 1973. Pero más que un "nunca más" antojadizo y amnésico, resulta más preciso y honesto un "ojalá que nunca más, tratemos que nunca más, pero aunque duela, siempre que sea necesario".


El derecho de rebelión es como la legítima defensa. Uno no quiere que se den las condiciones que obligan a ejercerla. Pero si ellas se dan, no queda otra. Tal como el 11 de septiembre de 1973. No se puede seguir fomentando la falsificación de la historia nacional. Se debe distinguir el derecho de rebelión del 11 de septiembre - una cosa -, del gobierno militar - otra - . Si bien intrínsecamente unidos, no son lo mismo. Las atrocidades que hayan ocurrido en el último no deben hacer olvidar la real justificación del primero. El 11 de septiembre de 1973 se liberó a Chile del totalitarismo marxista que amenzaba con destruir el alma nacional, que llevaba a nuestro país a convertirse en una segunda Cuba. Quien niegue esto debe tener muy buenos argumentos que - a la luz de toda la documentación existente, y de los cambios que han experimientado las propuestas y las doctrinas de quienes entonces acompañaban al ex Presidente Allende (q.d.e.p.) - cuesta pensar que existan (salvos, claro, la ideología y el fanatismo extremos).

Sin embargo, el segundo comentario "demás" que se vierte cada 11 de septiembre proviene precisamente de quienes se supone que entienden lo anterior. Lamentablemente, muchos de ellos dicen "vamos a celebrar...". ¿Celebrar qué? ¿Celebrar cómo? Una cosa es comprender la real y legítima justificación del Golpe, y otra muy distinta es hacer vista gorda de los difíciles momentos que vivió Chile en esos días, del sufimiento que experimentó una multitud de compatriotas - quizás equivocados muchos de ellos, pero personas y hermanos antes que todo -, de la división que desde esos años existe en nuestra patria, etc. Tal como dijo un buen amigo, nadie hace grandes fiestas cuando se amputa un brazo para salvar la vida. Hay tranquilidad, serenidad, incluso algo de alegría. Pero ese día no es el más feliz de la existencia ni mucho menos. Con la operación se evita un mal mayor, pero no se consigue el mayor de los bienes ni mucho menos. Está justificada la amputación, pero no es algo que uno sueñe vivir ni mucho menos. Algo parecido le pasó a Chile el 11 de septiembre de 1973.

Ni "nunca más" antojadizos y amnésicos, ni celebraciones imprudentes y desmesuradas. Tengo la firme convicción de que a eso nos obliga el patriotismo, virtud tan olvidada en estos días...

8 comentarios:

Felipe Andrés C.R. Lizama Allende dijo...

Interesante columna que nos presenta Claudio... concuerdo en muchos aspectos con la misma, evidentemente el jolgorio que peude representar la libertad puede llevar a celebraciones que no son respetuosas con los caídos en Batalla, en Chile faltó un Valle de los Caídos como el que se hizo en el Gobierno del Caudillo Franco, para orar por todos!(incluso los que fueron enemigos)

Me hace recordar que hace algún tiempo un ex general de Ejército ocupó constanemente la expresión "nunca más" ¿qué se entendió con esta frase? de todo! nunca más violaciones a los derechos fundamentales (NO humanos, todos los derechos son humanos, ocupar esa terminología es una cuchufleta ideológica)nunca más tortura, nunca más dictadura...etc,incluso nunca más las condiciones que generaron (con justa razón) la intervención de las Fuerzas Armadas y Carabineros.

Me permito agregar cuáles son los verdaderos "nunca más", nunca más estatismo desenfrenado, nunca más miseria, nunca más resquicios legales, nunca más que no se cumplan las resoluciones judiciales, nunca más falta de imperio de los órganos del estado, nunca más acusar constitucionalmente a ministros sin poder destituir, nunca más expropiaciones insólitas, nunca más partidos políticos, nunca más demagogia liberal, nunca más partitocracia, nunca más cristianos por el socialismo, nunca más revolución en libertad, nunca más expresiones como: "queda harina para 3 o 4 días más", nunca más Escuela Nacional Unificada, nunca más internación de armas, nunca más carrizal bajo, nunca más intentos de magnicidio como el del 6 de septiembre de 1986 (donde murieron 5 escoltas, para ellos obviamente no hay ni justicia ni beneficios económicos (más de 500 mil millones de pesos dilapidados por el Estado) nunca más tribunales que se declaraban incompetentes,nunca más indultos y anmistías contra los terroristas y los que nos defendieron encerrados y acabados en la cárcel, en fin... creo que con estos "nunca más" puedo contribuir por ahora.

Lo que liberó a Chile fueron sus cuerpos naturales... las familias, las juntas de vecinos, los gremios, las mujeres de trabajo, los colegios profesionales, (curiosamente los mismos que fueron destruidos lentamente en los sgtes 17 años cimentando el camino divorcista)los que algún día (Dios mediante) volverán a gobernar orgánicamente la sociedad promoviendo efectivamente el Bien Común.Puesto que ellos son parte del mismo, ¿Acaso alguien nació o se desenvuelve cotidianamente en un partido político?

Saludos
F.

Nicolás V. dijo...

El "nunca más" se refiere a las fuerzas armadas de nunca más estas actuar como cuerpo terrorista del estado con fines politicos, nunca más desenterrar cadaveres y tirarlos al mar, nunca mas torturar hombres, mujeres y niños.

Y si hay algo que no necesitamos es un monumento pro-fascismo nazi (Franco y Hitler eran aliados) como el valle de los caidos en la sierra, donde todos los 19 noviembres se hace apologia del terrorismo y se enarbola las banderas pre-constitucionales y las consignas catolicas y nazis.

Matías Rivadeneira dijo...

Concuerdo que los "nunca más" deben ser a nivel país, y le cabe a todos los responsables de esa sicosis colectiva que desembocó el el 11-IX-1973 en comprometerse a no volver a cometer los disparates y aberraciones "en nombre de la ideología".

Mientras que acá, al menos en las apariencias, aprendimos la lección, en Venezuela llevan 34 años de atraso. Ahora a Chávez le dio con su propia ENU.

Qué desastre!

Salu2

Max Lobos dijo...

Hay algo evidente que puedo sacar como conclusión de este muy buen artículo, y es que el "nunca más" se refiere esencialmente a no repetir bajo ninguna circunstancia las violaciones a los derechos fundamentales de la persona humana que se cometieron tanto en el gobierno de Salvador Allende como en el del General Augusto Pinochet.

Durante el gobierno de Allende, se violaron sistemáticamente los derechos políticos de los ciudadanos. Se violó la institucionalidad vigente para cometer abusos significativos al Derecho de Propiedad, a la Libertad de Expresión, de Enseñanza, al Derecho al Debido Proceso, entre otros gravísimos acontecimientos que en su momento todo el país condenó. Allende, como Jefe de Gobierno, es el responsable político de la hecatombe social y económica sufrida por Chile bajo su mandato.

Durante el Gobierno Militar, se violaron los Derechos Fundamentales y los derechos políticos y civiles, ASESINANDO A UN NÚMERO SIGNIFICATIVO DE SERES HUMANOS (2.500 aproximadamente), ya sea por acciones subversivas, por tener una tendencia política determinada, o a veces por mera sospecha. También se hizo desaparecer a la mayoría de dichos asesinados, aumentando de manera innecesaria y cruel el dolor de los familiares que hasta el día de hoy se expresa mediante la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos. No siendo suficiente lo anterior, durante el régimen militar se ejecutaron acciones de TORTURA FÍSICA Y EXTORSIÓN SICOLÓGICA sobre más de 30 mil compatriotas chilenos de tendencia política de izquierda. De la misma manera, Pinochet, como Jefe de Gobierno, es el responsable político de todo lo ocurrido.

El "nunca más" no se refiere a que no pueda haber nuevamente un golpe militar como expresión del legítimo derecho de rebelión que gozan las comunidades humanas organizadas. En efecto, pudiera suceder que en un futuro (ni Dios quiera) el pueblo deba rebelarse a la Autoridad pidiendo el auxilio de las FF.AA. que son, precisamente, el cuerpo intermedio dedicado a la defensa de los habitantes de un territorio físico determinado. El "nunca más" consiste en no repetir lo repudiable, haya venido de donde haya venido.

cristian dijo...

La estúpida sociedad que aceptamos a comienzos del siglo XXI nos viene a enseñar que la rebelión popular es indebida si afecta a un gobierno de izquierda; y es legitima si se aplica contra uno de Derecha.
¿hasta cuando vamos a aceptar medir todo en base a reglas absurdas impuestas en el ideario colectivo, sin oposición, por parte del progresismo?
En mi blog blog describí, en un corto y preciso post fotográfico, la absoluta lógica de los hechos que condujeron a los hechos del 11 de septiembre de 1973, te invito a verlo y compararlo con otros intentos sesgados de explicarlo, del mismo modo, por parte de blogs de fanáticos de izquierda.

Unknown dijo...

Creo que la izquierda ya logró borrar el verdadero significado del 11/09/1973 de la memoria chilena. Como ha hecho con tantas cosas.
Hoy, el 11 no es más que el día de Apología a la Anarquía. Lo hemos permitido todos.

David Silva dijo...

Solo algunas precisiones
1- Muertos por excesos y errores hay en todos los conflictos internos, es algo que debemos recoocer de una buena vez. Más aún cuando el enemigo se esconde con facilidad y presumía de una fuerza mayor a la que realmente tenia (los miristas del 73 eran niños de pecho frente a los rodriguistas del 86)
2- Las desapariciones de cuerpos no tienen ni tendrán justificacion alguna. El comentario al respecto de Pinochet en su carta postuma es francamente impresentable e indigno de un Jefe de Estado.
3- Sobre la tiruta, para sacar confesiones exsite hipnosis y pentotal sodico... el resto es simple barbarie

Muertes, tortuas y desapariciones son hechos que deben analizarse en forma separada, y no meterse en un solo saco como suelen hacer los extremos de cada bando.

David Silva dijo...

Correcion: me referia a la TORTURA en el punto 3