sábado, 1 de septiembre de 2007

¿Por qué revolucionarios?

Dedicaré esta primera "entrada" a explicar parte del nombre que recibe este espacio. Señalaré por qué creo que estamos llamados a ser revolucionarios. Próximamente trataré el tema de ser "anti-valóricos"... Tengo la firme convicción de que quienes compartimos cierta visión del hombre y de la sociedad estamos llamados a ser eso, revolucionarios y anti-valóricos; especialmente si somos jóvenes, especialmente si sentimos una fuerte vocación de servicio público, especialmente si nos interesa actuar e influir en política con vistas a mejorar nuestro Chile y nuestro mundo.

Hoy en día coexisten distintas concepciones de lo que es bueno y lo que no, de lo que se debe hacer y de lo que se debe evitar, de lo que hay que promover y de lo que hay que prohibir. Esto es un dato de la causa. El problema surge para quienes sabemos, ya sea por razón o por Fe, que existen ciertas cuestiones respecto de las cuales no caben dos opiniones. El problema surge para quienes entendemos que no hay libertad sin verdad. El problema surge, en definitiva y más gravemente aún, para quienes sabemos que todo se ordena a la Gloria de Dios.

¿Y qué debemos hacer quienes estamos en las circunstancias anteriores? ¿Cómo debemos actuar en un mundo en el que por defender las cosas más importantes y trascendentales de la vida muchas veces uno se gana los apodos de talibán, retrógrado o intolerante? La respuesta es simple y compleja a la vez: debemos atrevernos a vivir lo que predicamos; intentar aplicar en todos y cada uno de los ámbitos de nuestras vidas los principios que decimos defender y promover. Debemos ser coherentes con ellos. Y no sólo porque "perdemos piso" ante el resto del mundo si somos inconsecuentes, sino que principalmente porque sólo en la medida en que nuestra voluntad sea recta podremos descubrir qué se nos exige en las distintas circunstancias y situaciones de la vida. Para promover el bien primero se debe vivirlo. Y para esto tenemos que esforzarnos.

Más difícil de percibir resulta el deber ser de nuestra actuación social, pública y/o política. Si bien se trata de lo mismo - vivir lo que predicamos - su materialización es aún más difícil ¿Por qué? Porque para expresar socialmente nuestros principios debemos estar dispuestos a pasarlo mal, a ser valientes, a perder popularidad, a perder elecciones, a no estar en el poder a cualquier precio. Debemos estar dispuestos además a formarnos en los principios que decimos defender, a trabajar muchas horas en ello, porque sin argumentos estamos destinados al fracaso.

Si queremos expresar socialmente nuestros principios debemos luchar contra la tan arraigada creencia de que la mayoría decide qué es lo bueno y qué es lo malo. Debemos estar dispuestos a decir las cosas tal y como son. A ser radicales en lo que no se puede transar. No debemos tener miedo a decir la verdad. Debemos recordar que la política es para algo, y que por lo mismo no vale la pena estar y perpetuarse en los cargos si es que no se está dispuesto a conducir a la sociedad hacia el Bien. Nuestra actuación pública y política - ya sea a nivel universitario, municipal o nacional - está llamada a cambiar radicalmente el mundo. A romper el orden actual de las cosas. A no conservarlas tal y como están. No debemos ser ni pluralistas ni tolerantes con lo que simplemente no se puede serlo. Estamos llamados a ser revolucionarios y no conservadores. A ir contra los arquetipos y sistemas que están de modas. Hitler, Lenin y Allende, entre muchos otros, se atrevieron a revolucionar la sociedad en que ellos vivían fundados en principios falsos y erróneos. Nosotros, con principios sólidos y verdaderos no podemos ser menos. Tenemos que ofrecerle un sueño a nuestra sociedad. Estamos llamados a revolucionarla. Estamos llamados a ser jóvenes revolucionarios. Es nuestra responsabilidad...

6 comentarios:

Unknown dijo...

Por fin encuentro un blog de izquierda! Ja ja ja. Siga en la defensa de la decencia distinguido amigo.
Saludos, Benja M.

Matias dijo...

A trabajar se ha dicho. Un abrazo.

Matías Rivadeneira dijo...

Felicitaciones!!!

Es un privilegio para la blogósfera que te nos hayas unido. Bienvenido al Club!!!

Bueno, menos mal que aclaraste eso de por qué revolucionarios. Ahora intuyo hacia donde va lo de antivalórico.

Bueno, espero que vayas actualizando con frecuencia este espacio.

Diego Schalper Sepúlveda dijo...

Felicitaciones Claudio, muy buen art�culo.

Saludos, Diego

Claudio Alvarado dijo...

Muchas gracias a todos por sus saludos. Tal como dice Matías, la idea es ponernos a trabajar.

Max Lobos dijo...

Felicitaciones, Cludio. Un saludo y bienvenido al mundo de los blogs!